jueves, 27 de noviembre de 2014

La ironía social

Hoy fue un día extraño, pese a mi dolor en las muñecas sentí la necesidad de escribir para expresar lo que en mi mente ha estado dando vueltas pero que hasta ahora las ideas se han organizado y pueden ser plasmadas para ser publicadas en internet y tener la suerte de que alguien pueda leerlas de manera accidental.

Luego de comprobar que la sociedad mueve a la gente en la necesidad de subsitir y ser un asalariado, sin importar el cargo y la jerarquía la esclavitud está vigente: las personas sumamente responsables o les remuerde la conciencia o cumplen el deber porque así se les ha encomendado, y sacrifican parte de su valioso tiempo libre para ejercer labores extra con plazo de entrega, simplemente porque los indicadores e informes así lo requieren.

Cuantas familias destrozadas, oportunidades de desarrollo y superación personal perdidas, tiempo para concentrarse y darse la importancia a sí mismo realizando actividades de ocio para auto-satisfacerse, han sido desperdiciados por estar en el trabajo o llevarse algo de este al hogar. Su contraparte, la empresa aumenta su patrimonio a costa de sus hormiguitas laboriosas, y el día menos pensado dejarán de pertenecer a la nómina de manera fortuita o por si acaso puede llegar a la edad pensional que se incrementa con el paso del tiempo.

Es por esto que algunos se dedican a llevar una vida más simple, porque cambian tranquilidad por dinero y aún así pasan necesidades pero en compañía de quienes aman. Cambalache de una cuestión por otra.

Otra ironía es la que por el trascurso de los días de este año es sobre la vida de alguien que denominan como un ser maligno para la sociedad, narrando en una serie los actos negativos sin explicar qué lo motivo para realizarlos y todo está contado a conveniencia de una empresa de medios la cual en la actualidad continúa obteniendo lucro por publicar noticias sobre este personaje ya fallecido. Que tristeza, cuando de cualquier difunto se acostumbra a hablar bien incluso si fue una lacra, hasta eso se le perdona.

En fin, quien trata de surgir y logra llegar a la cima corre el riesgo de que los llamados delfines quieran desbancarlo para conservar el monopolio del poder.

Confesión de una Artista emergente

En ocasiones alguna actividad resulta llamativa y de un momento a otro se inicia con la investigación y su posteriormente con su práctica hasta el punto de resultar involucrado sin saber cómo ni poder diferenciar el punto de inicio en el tiempo.

Así es como me involucré con el dibujo desde que tenía unos 5 ó 6 años. Luego experimenté la pintura al óleo a los 10 años, y a los 14 años con la escultura en jabón y plastilina. También ocurrió más adelante con la papiroflexia, la música, las danzas, y posteriormente con el teatro, las artes escénicas, la fotografía y la aficción por la producción audiovisual. En otras palabras, la aficción por las denominadas artes clásicas. 

Todas estas labores fueron realizadas como pasatiempo, sin interés profesional dado a que mi mamá solía decir que el arte es simplemente eso: arte, algo que se realiza en el tiempo libre, y que me dedicara a estudiar alguna carrera rentable, que tenga significado a nivel económico y social. 

Ahora percibo que cualquier actividad que el ser humano se proponga a ejercer porque así lo quiere y le apasiona resulta ser una labor remunerada, tanto en lo económico como en la satisfacción y realización personales.

Por ello, es recomendable que nadie interfiera en las decisiones de cualquier persona, que cada quien escoja lo que quiere hacer con su vida y su futuro, y porque nadie manda en nadie.

Lo anterior se refleja en el vacío y la insatisfacción personal de someterse a la sociedad mediante un trabajo que resulta ser esclavizante porque no es lo que realmente se quiere hacer. El ser humano debe tener la libertad de cumplir sus propios sueños sin importar el "qué dirán".

Mi meta personal es retomar las artes hasta lograr dejar de lado el trabajo como recepcionista, que además de ser agotador en ocasiones la autoestima decae por ser una labor con poco reconocimiento. ¿Cuál es tu reto?